Queremos ayudarte a que tus primeras experiencias encima de la bicicleta sean satisfactorias y hacer que evites errores que todos hemos cometido alguna vez. Se trata de recomendaciones que te harán crecer como ciclista y poder anticiparte a determinadas situaciones.
No pedalear con una postura correcta.
Una correcta postura encima de la bicicleta va a ser fundamental para evitar dolores y molestias mientras pedaleas o cuando lo dejas de hacer, al terminar la ruta. Tanto si adquieres una bicicleta nueva como si vas a volver a darle uso a una que ya tenías, es necesario que ajustes la posición del sillín y pruebes que te resulta cómoda la postura de tu cuerpo con respecto al manillar y los pedales.
Tanto los brazos cuando sujetan el manillar como las piernas cuando realizan la extensión completa del pedaleo deben quedar estirados pero con un ligero ángulo que haga que sea una posición natural y relajada.
Hoy en día existen estudios biomecánicos que analizan tu postura y te ayudan a dar con la ideal para ti. Nuestra recomendación es que, si tienes la oportunidad, te realices uno de estos estudios ya es una inversión en tu comodidad encima de la bicicleta que te hará disfrutar más y rendir mejor.
Además de la altura del sillín, debemos tener en cuenta el propio sillín y qué resultados nos da. El sillín es el principal punto de contacto entre tú y la bicicleta, por lo que debe ser cómodo para que disfrutes durante la salida y evitar dolores y molestias.
Es habitual que las primeras veces en bicicleta experimentes un dolor de coxis que te dura varios días y empieces a ver el sillín como una máquina de tortura. Esto es normal que pase al principio debido a que no estás acostumbrado, pero no te preocupes, que no siempre va a ser así. Cuando sucede esto uno de los primeros impulsos es pensar que cuánto más grande y acolchado sea el sillín mejor, y la verdad que esto no es la realidad. De hecho, hoy en día los mejores sillines son los minimalistas, es decir, más pequeños y ligeros. Ten en cuenta esto a la hora de escoger tu sillín ideal y recuerda la importancia de poder probarlo y averiguar cuál te da un mejor resultado.
Otro error muy común es dejar el sillín que monta la bici por defecto. Quizá estés utilizándolo únicamente por el hecho de ser el que venía de fábrica cuando elegir uno que se adapte a tu postura y ergonomía puede hacer que disfrutes muchísimo más de tus salidas.
Salir con pedales con calas sin haber practicado antes.
Siempre que un ciclista prueba los pedales con calas, se da cuenta de que la eficiencia en el pedaleo y la potencia aumenta y, además, ayudan a mantener la postura. No obstante, al principio puede parecer extraño e incluso hasta un deporte de riesgo el hecho de llevar el pie anclado a un pedal. A bajas velocidades (por ejemplo cuando ruedas por montaña y debes echar el pie rápido a tierra en sendas complicadas o en carretera llegas a un semáforo, ceda al paso o “stop”) puede resultar complicado descalar cuando no tienes práctica. Bien sea por no hacer bien el movimiento o por ponerte nervioso, no descalas a tiempo y te caes lateralmente, cosa que no es nada agradable y produce una sensación de impotencia al no poder evitarlo.
Este problema con los pedales automáticos en las primeras salidas es algo que nos ha pasado a todos, pero se puede evitar y hacer que la adaptación sea más rápida si previamente los probamos en una recta sin nada que nos obstaculice o en un terreno blando que amortigüe la caída. De esta forma practicarás el movimiento lateral que se precisa para descalar rápidamente y automatizarlo para cuando salgas de ruta. Además, un pequeño truco que resulta eficaz para las primeras veces es aflojar la sujeción cala-pedal para que la zapatilla salga más fácil sin tanto esfuerzo y así sentirte más seguro.
No usar prendas adecuadas.
Uno de los errores más comunes cuando se empieza en bicicleta es la utilización de prendas multideporte. Afortunadamente la tecnología ha permitido que cada vez existan prendas de ciclismo que mejoran la experiencia y permiten disfrutar más encima de la bicicleta. Se trata de prendas que transpiran el sudor a la vez que nos protegen de la acción del viento y tienen en cuenta la aerodinámica para que no hagan el “efecto bolsa” que frena el avance.
Para el caso del culotte, es muy importante utilizar uno con badana de calidad que amortigüe el contacto con el sillín. De no ser así, el dolor y las molestias en la zona del coxis te van a causar una sensación poco agradable que hará que no disfrutes encima de la bicicleta.
Por lo que respecta a la elección de las prendas para cada época del año, debes conocerte a ti mismo y las condiciones de la zona, pero va a ser de gran ayuda conocer las claves para acertar siempre.
Salir sin repuestos ni herramientas.
Una de las peores situaciones que podemos vivir en nuestras salidas es el hecho de quedarnos tirados debido a pinchazos o averías. Sales de casa pensando que la suerte estará de tu parte y, es cierto, afortunadamente la mayoría de veces no sucede nada, pero cuando nos te topas con un imprevisto lamentas y mucho no poder solucionarlo y continuar, dando por finalizada tu salida y tirando de familiares o amigos para que vayan a recogerte.
Para evitar esta situación, es recomendable llevar siempre encima, como mínimo, una cámara de repuesto, unas palancas para ayudar a cambiarla, una bomba de mano que puedas transportar cómodamente y una llave multiherramientas que te permita ajustar y solucionar muchos problemas de manera sencilla.
No hidratarte ni nutrirte adecuadamente antes y durante la actividad deportiva de la bicicleta.
Cuando vas en bicicleta gastas muchos líquidos y nutrientes. La importancia de planificar la hidratación y la nutrición, sobre todo cuando se trata de salidas largas, es clave tanto para rendir mejor como para evitar situaciones que pongan en riesgo tu salud.
Debes hidratarte constantemente pese a no tener sed y nunca esperar a tener la sensación de deshidratación para echar mano al bidón. Comprueba que llevas el agua suficiente para el trayecto o sigue una ruta que te permita rellenar tu bidón en alguna fuente, pasar por un lugar donde puedas comprar agua…
Aunque la ruta no sea muy larga, lleva siempre comida encima. En el ciclismo, son popularmente conocidas las llamadas “pájaras”: estás pedaleando y de repente tienes la sensación de quedarte vacío de energía, con visión “de túnel” y sin fuerzas para avanzar. Esto sucede por una mala gestión de la hidratación y la nutrición. Afortunadamente, se puede evitar si nos hidratamos correctamente y vamos aportando nutrientes a nuestro cuerpo más o menos a cada hora de pedaleo con algún alimento, pieza de fruta, barritas energéticas, geles…